lunes, 13 de abril de 2009

Caught in a wave

y las rutinas de siempre me vuelven a acosar... Desde que despierta el sol, hasta que cae la noche. Sin embargo creo que sin una rutina determinada que guiara el rumbo de nuestra existencia, nos sentiríamos frágiles.Posibilidades para hacer, hay infinitas. Es sólo que las mismas están resguardadas por límites concretos y abstractos. Para empezar... el conocido amigo verde, llamado dinero. Ése del que todos hablan últimamente pero que al parecer nadie parece tenerlo.
¡Me equivoco!
Ó por lo menos eso es lo que yo logro apreciar a simple vista. Gente saliendo de vacaciones (y no a las playas temporales del D.F). Restaurantes a reventar. Plazas comerciales abarrotadas. La otra principal barrera es más de tipo mental. Es ese muro que tenemos en nuestra cabeza que nos jala las riendas para detenernos al querer dar unos cuantos pasos en diferente dirección. El pensamiento de que podría estar haciendo yo, si me encontrara en una situación económica más cómoda me da un zape diario en la nuca. ¿Qué estaría haciendo si viviera en otra delegación, en otro estado, en otro país, en otro continente?. Si abandonara mis rutinas "rutinarias" ¿llegaría a algo más interesante?. Y será que si sigo la fórmula para el éxito que contiene ingredientes como: educación de excelencia-ser un buen samaritano-seguir a Dios y demás contenidos prefabricados. ¿Llegaré a disfrutar mi existencia?


2 comentarios:

Anónimo dijo...

espacios ausentes involuntarios:

frágiles.Posibilidades
comerciales abarrotadas.La otra diferente dirección.El pensamiento algo más interesante?.Y será que

p.d. ojalá estés cerca de disfrutar tu existencia.

Anónimo dijo...

Lo más triste de todo esto es que por alguna razón estamos predestinados a la rutina. Y si en este momento tuvieras suficiente dinero, que harías? A dónde irías para salir de tu ola maligna de repetición constante? Y qué harías mañana? Tarde o temprano volverías a caer en ese círculo vicioso de la rutina que llegamos a odiar tanto pero que simplemente no podemos dejar. Después de todo nosotros mismos la creamos. Estamos predestinados a ella.
Niégame que hay mil cosas que hacer sin necesidad de un quinto.
Un cambio de estado, de casa, de país, de trabajo, de hobby...todo es temporal antes de volverse de nuevo rutina.
Que horrible realidad.
un beso!
elsa

Conóceme

Mi foto
... unos renglones no bastarian, varios párrafos serían demasiado ...