No, no estoy hablando de la disquera. Sino de la gente odiosa que camina entre nosotros a diario. Esa clase de gente, que de un día para otro -Ya sea por mérito propio o porque le dió al jackpot- dejó el estilo de vida que ahora miran hacia atrás con pena.
Pero como dice el dicho popular "aunque el mono se vista de seda, mono se queda." Podrán vivir en una casa enorme de diez pisos, o lo que sea. Pero el estilo kitsch los delata. Podrán traer coche del año, pero manejan a lo bestia. Podrán fresear al hablar, pero las palabras del barrio los delatan. Hasta pueden tratar de ocultar a la familia de donde vienen, porque ellos "ya no pertenecen a esa clase". Podrán ir de chopin, y demostrar que ahora pueden gastar en un fin de semana, lo que antes ganaban en un par de meses, solo para demostrarse a ellos mismos que ahora SI pueden.
Lo que no pueden dejar de hacer. Es dejar de ver la novela de la tarde -eso sí, en full HD y sonido 5.1, pa' disfrutarla agusto- y ¿Porqué no?, hasta se echan el Televisa/Azteca -1hra y -2hrs porque ya no alcanzaron a ver Atínale al precio mientras disfrutaban de la Coca-Cola diaria (hábito que tampoco pueden dejar).
Además de la mamonería que salpican a montones. Que decir de la manera en que tratan a la gente con la que conviven. Ahí es donde sacan todo el cobre. Cobre reciclado que los hace ver estupidamente patéticos...
¡Felicidades! ¡Han triunfado!
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