Y es que tras un vuelo de alrededor de 19hrs, con escala en Atlanta, la satisfacción al llegar a Johannesburgo era enorme. Al arribo no quedaba más que conocer un poco de la vida nocturna local, en un antro de Mirrreyes (lo que nunca hago) para al día siguiente empezar a disfrutar del viaje express a fondo.
Entre el safari, comida, cervezas, mall, y sobretodo la gente. Fue una experiencia única que difícilmente olvidaré. Incluyendo la ruta de la carrera que atravesaba desde la zona residencial hasta una de las partes más pobres de la ciudad. Donde todo alrededor eran casas de lámina con piso de tierra, alguna que otra rata aplastada en el camino, pero aún así sonrisas en la gente, apoyando a los corredores que transitaban.
Con el clima seco-árido en extremo caluroso y las pendientes pronunciadas, hicieron del recorrido de diez mil metros una travesía complicada. Que se transformaron en 42minutos de recorrido, cuando mi meta estaba bajo los 38'.
Para cerrar el Domingo de la carrera (desde las 10AM), no desaproveché la oportunidad de "hidratarme" con la barra libre con champaña incluída, así como un asado que extendió la
Todas las fotos sobresalientes de la carrera en: Nike Running ZA
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